El cliente Mora 1759 SL representa toda una institución empresarial puesto que es la segunda firma artesanal más antigua de toda España. En la actualidad ha superado las 14 generaciones de una familia dedicada siempre al negocio de la pastelería y la repostería.
La tradición siempre es una buena tarjeta de visita. Pero, a veces, necesita una visión más moderna. Sobre todo para mantener la esencia de sus valores, los que le han dado una trayectoria tan dilatada en el tiempo.

Así lo creía Teo Mora Donat, el actual responsable de la marca.
La apertura de un nuevo establecimiento en Ontinyent significaba su apuesta personal, la visión de su oficio y de su creatividad pero en el siglo XXI.
Había que captar la atención de otro público porque como es evidente, el de los siglos XVIII y XIX ya no está entre nosotros. Y buena parte de los que se han criado en el XX son, ahora, consumidores de otro tipo de comunicación.

«Todo conduce a esos momentos felices que compartimos alrededor de la pastelería artesana de Mora.»

¿Por qué no acercarse a un nuevo público, a esa nueva generación, utilizando sus mismos canales?
Y así surgió la idea de romper con los estereotipos de la publicidad convencional. Se diseñó una campaña de comunicación en la que la marca, el producto artesanal y el nuevo establecimiento eran el marco. Pero lo central son las historias de dos personajes. Una comedia. Con tono fresco y desenfadado. Buen rollo. Vitalidad. Todo conduce a esos momentos felices que compartimos alrededor de la pastelería artesana de Mora. Ese es el motor que hace girar la webserie ‘La dolce vita’.